Museo Etnográfico y Centro de Artesanía Casa Luján Puntallana
Museo Etnográfico y Centro de Artesanía Casa Luján
La Casa Luján, que data de finales del siglo XVII y principios del XVIII. El inmueble consta de dos plantas en forma de “L” con un amplio patio exterior amurallado.
Ha tenido diversos usos a lo largo de su historia, después de ser una casa particular fue juzgado, escuela… En 1919 pasó fue cuando pasó a formar parte del Ayuntamiento de Puntallana. En 1981 fue la nueva sede Concejil del Ayuntamiento. Durante un largo periodo, que comenzó en 1982 se acometieron labores de restauración. Después pasó a ser taller escuela, más tarde una escuela de oficios, en 1992 oficina de Información y Gestión de Turismo Rural hasta que finalmente se estrenó como Museo etnográfico y punto de venta de artesania. Se reabrió totalmente rehabilitado como museo en 2008.
Las dependencias de la planta baja solían estar dedicadas a establos, bodega, cuarto de aperos, lonjas de almacén y usos diversos, existiendo además un horno y un recinto abovedado; mientras que la vivienda propiamente dicha se situaba en la planta superior con un amplio balcón a lo largo de su frente que comunica las distintas habitaciones que en la actualidad se corresponden con: la cocina, el comedor, una habitación, una sala-estar, una sala de reuniones y la oficina de Turismo Rural. A la parte alta se accede mediante dos escaleras situadas a ambos lados del corredor.
Sus habitaciones, a modo de escenario, ambientan un estilo de vida ya obsoleto a base de antiguos muebles, detalles decorativos, textiles y demás enseres domésticos, donde se recrean diferentes escenas de la vida cotidiana de la época gracias a la colocación de diversos mayos, (muñecos de trapo de tamaño real y típicos de la festividad de la Santa Cruz el día 3 de mayo), distribuidos por toda la casa y que fueron elaborados por la Asociación de Amigos de los Mayos de Santa Cruz de La Palma.
En la planta baja, se recrea una antigua escuela de niñas con su mobiliario y material escolar de la época gracias a la colaboración de la Asociación Rayas, que ha cedido parte de su Museo de Historia de la Educación para que esté presente donde un día tuvo su sede la escuela femenina, y poder mostrar a las nuevas generaciones el ayer de la enseñanza.
