El nuevo proyecto de la Casa Fataga mantiene la arquitectura canaria en la estructura principal del inmueble, con elementos de decoración exterior en la misma línea, y con un jardín con especies canarias, como cardones (Euphorbia canariensis), Capas de la Reina (Farfugium japonicum) y Esqueletos o Costillas de Adán (Monstera deliciosa). El mobiliario exterior sigue las pautas del diseño rústico canario, con materiales como el ratán y la madera para las mesas, sillas con brazos, taburetes y barricas. En la zona interior del inmueble, las paredes están revestidas de cuadros con fotografías históricas del Parque Santa Catalina, con el objetivo de crear un pequeño centro de interpretación como homenaje a este espacio emblemático de la ciudad.
La emblemática Casa Fataga, se construyó en 1940, junto con la casa de turismo del Parque de Santa Catalina. Funcionó como tienda de souvenirs . Ambos edificios fueron proyectados por Miguel Martín Fernández de la Torre y diseñado por el prolífico pintor y diseñador Nestor de la Torre.
El edificio se encuentra incluido en el catalogo general municipal de protección, junto con el no 188 del catálogo del patrimonio arquitectónico y el índice de catalogación “C” ambiental.
La emblemática Casa Fataga fue diseñada por los hermanos Miguel Martín Fernandez de la Torre y Néstor de la Torre en 1920, situándola dentro del marco arquitectónico de La Casa de Turismo y el Pueblo Canario.Se encuentra en el corazón del Parque Santa Catalina, su terraza es el mismísimo parque, convirtiendo el espacio en un lugar privilegiado, desde donde se puede disfrutar del maravilloso clima de la isla durante todo el año.
La Casa Fataga núcleo emblemático de este paisaje, se convierte en lugar de encuentros y hallazgos, que aúne los que nos visiten con los que residen, en su búsqueda de lo autentico y lo reconocible: la gastronomía de nuestra tierra servida al calor de las buenas formas, perfectas anfitrionas de una isla bella por dentro y por fuera.
la Casa Fataga con sus pertenencias; la identidad, la historia y el arte, con toda la fuerza y la vigencia de formar parte de nuestras vidas a pesar del paso del tiempo a través de su sabor a tierra y mar.